De vez en cuando la parca

Nadie puede decir que tiene una buena relación con ella, pero yo, digamos que la conozco bastante bien. A ver, no es que sea Víctor Suerio, nunca fui y volví, tampoco creo que haya donde ir. Lo cierto es que además de haber perdido abuelos y gente que era lógico que murieran (va “lógico” es una forma de decir) a mi me toco perder un montón de amigos en la adolescencia. Alguna vez conté que me fui a empezar la secundaria a Buenos Aires a una escuela para discapacitados. Y bueno lo que pasa cuando hay muchos discapacitados juntos es que hay muchas más posibilidades de que alguno quede en el camino. También depende de la discapacidad. Aprendí a los golpes que hay gente con la que no me quiero encariñar. Ya se que puede parecer muy feo lo que digo pero digo lo que siento. Mis mejores amigos de esa época murieron. La piba de la cual me enamoré y por la cual deje a una novia también murió. Yo me podría considerar el “sobreviviente”. En fin, aprendí a convivir con ella, también me enojé mucho, pero uno comprende que es parte de la vida, la peor parte, pero parte al fin. Discúlpenme, hoy tocó bajón….