jueves, 6 de octubre de 2011

Charla 17 de junio de 2011. Autobiografia



Me llamo Pablo, soy discapacitado, no soy especial, yo digo que especial es la pizza de jamón y morrones, disculpen el sarcasmo es una buena terapia.
Tengo 42 años, cuando naci, las cosas no eran como ahora, no digo que ahora sea fácil para alguien que tiene una discapacidad, pero hemos mejorado. Desde que naci estoy en silla de ruedas, la silla es para mi, digo para mi porque conozco gente que la considera parte de su cuerpo,  para mi es como los zapatos, o eso que usamos para trasladarnos.
 A mi me toco abrir algunas puertas por ejemplo cuando cumpli 6 años acá en Junin no había escuela especial, era solo de mozzarella… lo que si había era un jardín privado que se llamaba “aleteos”, era un jardín al que asistían los chicos con discapacidad. Dos años después se abrió la escuela 501 y ahí fuimos todos  los que salíamos del jardín. La escuela era como ambulante, íbamos de un lado a otro por no tener un lugar propio (que recién se consiguió en los 80). Cuando termino la escuela, obvio, quiero empezar el secundario, anduvieron mis viejos recorriendo todas las escuelas de Junin (públicas y privadas) y no me aceptaron en ninguna. Ahí perdí dos años haciendo nada. Cuando mi hermana Laura se va a estudiar a Bs. As.  le pedi que me buscara algo para que yo hiciera. Así es como llegue a Bs. As., conseguí una escuela privada (también para discapacitados) y curse allí tres años, allí me empecé a plantear ¿que hago acá?, si puedo acá, tengo buenas notas por que no puedo en junin, en mi lugar,  y dije “me vuelvo”. Ya en Junin, de nuevo a conseguir escuelas. Me dejaron anotar en una nocturna, la Media 4, cursaba en la escuela 1. Curse dos años y me pude recibir. Yo se que sin el apoyo de toda mi familia (y de mis compañeros) no hubiera logrado casi nada de lo que logre, si mis viejos, que trabajaban los dos, no me hubieran llevado todos los días a la escuela primaria no hubiera podido hacerla, sin mi hermana Laura que me banco casi dos años en bs as. no hubiera podido empezar la secundaria, sin mi hermana Julia que iba a la escuela y a la noche me acompañaba a mi escuela de acá, no hubiera podido terminar la secundaria. Sin mis compañeros de la escuela que me bancaron desde el primer día, aceptándome como uno mas. Y sin mis compañeros de la facultad que me bancaron hasta que yo les pedi que no me bancaran mas porque les iba a perjudicar la carrera. Sin todos ellos y mucha gente mas yo hoy no estaría aca…
Después me plantee la posibilidad de seguir una carrera universitaria, por ese tiempo estaba el CURJ (Centro Universitario Regional Junin) y me incline hacia abogacía, esa fue una locura total, piensen cursábamos arriba de Chique…. Con eso les muestro un panorama. Por suerte duro poco, un cuatrimestre. Deje la facu, compre mi primera computadora con un programa que yo manejaba con la boca y podía escribir, surgieron algunas cosas muy interesantes. Después de un tiempo en el año 95 se abría en Junin la facultad de Psicología.
Me olvidaba de contarles que siempre baile pero nunca pensé que iba a hacer arte.  Bailaba en fiestas con amigos. Mi vida apuntaba hacia otro lado, quería ser psicólogo. No pude, solo me permitieron rendir 22 exámenes y después de eso se negaron a que yo siguiera rindiendo debido  a que en la facultad consideraban que mis  supuestas limitaciones no me permitirían ejercer la psicología. Aclaro que yo nunca pensé poner un consultorio con  un diván, un cuadro de Freud y un helecho.  Yo podía y quería  hacer investigación, podía trabajar en equipos  con colegas… que de hecho lo hice, o podía colgar el titulo en la pared como tanta gente pero bueno…
Por otro lado, practicaba natación con 2 profesores, uno de los cuales era  coordinadora del Instituto Horizonte; estas dos cosas, la carrera de psicología y el haber conocido a la profe Cony me llevaron a realizar en Horizonte mi residencia  clínica (estaba cursando el 6º y ultimo año de la facultad y ya me estaban poniendo bastantes trabas). Después de finalizada mi residencia y por pedido del equipo trabaje en ese centro de día aproximadamente durante 7 años.
Allí conocí a Verónica Santamaría, profesora de expresión corporal y bailarina (quien había estudiado con la profesora Andrea Fernández). Pero en realidad la culpable de que yo hoy baile es  Cony, a ella se le ocurrió quedar embarazada y obviamente no podíamos ir a la pileta y yo no quería quedarme quieto. Le propuse a Vero que mientras tanto  probáramos de hacer algo con el baile. Y después ya no pude parar.
Después Vero se fue a vivir a Bs As, la vida vio? Y yo empecé a buscar nuevos caminos, parejas para poder bailar, siempre con la idea de poder armar en Junin un espacio de danza que  no había. En estos caminos conocí a mucha gente, por ejemplo Alito Alessi (norteamericano), creador de Dance Ability,  un movimiento que nace a partir de la danza contemporánea y del contact improvision y que Alito realizo con un persona como yo, discapacitada, esta experiencia lo lleva a buscar nuevas formas de movimiento sin darle tanta importancia a la calidad del mismo, sino a la forma, permitiendo  que la danza se extienda a todas las persona sin importar ningún tipo de limitación. María Fux, creadora de la Danzaterapia en la Argentina, metodología que nace a partir de varios años de experiencia y trayectoria, promoviendo y reafirmando la integración de las personas a través del movimiento. El objetivo de rescatar y estimular las potencialidades del cuerpo sin distinción de capacidades modifica nuestra mirada de la danza: como un arte que nos incluye a Todos. María José Vexenat, discipula directa de Maria Fux. Y Andrea Fernandez, Marina Gubbay y Gabriela Guebel del espacio Danza sin limites (perteneciente al movimiento anteriormente nombrado,  Dance Ability), del que formo parte hace aproximadamente 7 años. Este espacio es mi lugar fuera de junin. A través de este grupo viaje a Montevideo, en el año 2009, para poder participar del primer festival Internacional de Contact Improvision. (También en este espacio conozco a la gente del grupo Pulsiones.)
Al no haber aquí en mi ciudad espacios de danza inclusiva tenía que viajar a Buenos Aires o Mar del Plata u otros lugares con las dificultades que el traslado acarrea, viajar, los costos, un acompañante siempre etc.
El año pasado me contacte con una vieja compañera de facultad, psicóloga que también es acompañante terapéutica, Dolores Piazza, la consigna  de trabajo era concretar mi sueño: armar un grupo en junin de danza inclusiva. Saben que?.... lo estamos logrando!!!!!
Empezamos a trabajar en Marzo de 2010, con Doli, dándole forma al proyecto. En esa primera etapa contamos con la colaboración, de otra vieja compañera de la facu, Maria Benigni, psicóloga que tenía formación en expresión corporal y quien se entusiasmo mucho con el proyecto. Había que buscarle un nombre a esto que estábamos armando. Hubo un conjunto de cosas que me fueron pasando y de ideas que me iban surgiendo a partir de ellas. En febrero de 2010, yo había estado en el Carnaval de Montevideo, junto con mis sobrinos Clara y Lautaro, primer viaje donde yo era el mayor. Había decidido tomarme vacaciones e irme sin que mi madre tuviera que acompañarme, y también le di vacaciones a ella. Disculpen estaba hablando del carnaval. Pude comprobar como durante ese mes en Montevideo todos éramos “iguales”, no importaba la nacionalidad, el color, la edad, el sexo, nada, era una fiesta de la igualdad. En marzo se termina el carnaval y con el la igualdad (aunque las cosas están mejorando). Esta experiencia me dio la idea de por que no lograr que la fiesta continuase a través del baile. Por eso Carnabailando, fue el mejor nombre para transmitir el espíritu, la idea del  proyecto.
Cuando el proyecto estaba en marcha Doly me dijo que tenía una amiga, Carolina Dandrea, que bailaba folklore, flamenco y que tenía una academia de baile. Me contacto con ella. Así  conocí a Caro. Fue como si hubiéramos sido compañeros de toda la vida. Enseguida pudimos entendernos comunicándonos a través de la danza. Empezamos con los primeros pasos de nuestra coreografía. Pero nos faltaba una tercera persona, Doly es media dura para el baile, fue así  como Caro invito para sumarse al proyecto a Maria Emilia Sardi, Emi, amiga de ella y también profesora de baile. Desde que formamos el grupo con Caro, en Mayo de 2010, nos juntábamos a ensayar en su academia todos los jueves. Doli me acompañaba, después se sumo Emi, y para mediados de julio, empecé a ir yo solo los días martes, para poder preparar mejor los coreos y tener más tiempo para bailar, que es lo que nos gusta. A esta altura las chicas habían perdido el miedo a que me pudiera pasar algo con la silla, sobre todo después de la primera caída, son cosas a las que yo estoy bastante acostumbrado pero la gente no.
Carnabailando iba tomando forma, ya estábamos bailando, el trío funcionaba muy bien. Teníamos armada la primera coreografía y queríamos presentarla y presentarnos nosotros. Fue así como comenzó a surgir la idea de organizar una primera jornada de Danza Inclusiva,  con Andrea Fernández y Marina Gubbay. Necesitábamos un espacio y plata para poder realizarla, y una imagen que nos representara.
Así fue como salimos en peregrinación, Doly y yo, el lugar lo consiguió Mari, haciéndonos puente con el director del Instituto 20, Ariel Pulido. El dinero fue más complicado pero obtuvimos colaboración de amigos y empresas de nuestra ciudad, para esto contamos con un colaborador muy especial, Ricardo Petraglia, quien nos ayudo a abrir varias puertas. En cuanto a la imagen, mi sobrina Clara, que estudia diseño, tomo una foto mía bailando, y en base a ella hizo el logo de Carnabailando.
Pusimos el evento en facebook como una forma más de difundirlo, además de los afiches, diario y televisión.
Un día sentado en la computadora veo un mensaje en facebook un pibe que preguntaba si podía ir cualquiera a la jornada. Le conteste que si, que lo esperaba (si hubiera sabido), era Giuliano Depierro, y no entendía muy bien de que se trataba, pensó que estaba León con mundo alas o algo así, y fue para allá. Después les cuento bien.
Finalmente llego el 5 de junio hicimos la Jornada, fue un éxito, asistieron muchas personas. La misma duro todo un sábado. La gente quedo muy conforme. Se cumplió el objetivo del nombre del proyecto, asistieron personas de todo tipo, con diferentes capacidades y pudimos trabajar en un ambiente de igualdad, respetándonos nuestras diferencias.  Al finalizar la jornada nos sentamos en un ronda para ir hablando cada uno acerca de lo que había vivenciado durante el taller. De pronto empieza a hablar el pibe de la compu, y hablo tan bien: todos plateaban que estaban conformes por haber podido trabajar con gente con discapacidad, y el dijo “a mi me ven diferente pero cuando yo los miro no los veo diferentes a mi”, o algo así, la cuestión que nos impacto a todos y lo convocamos para formar parte del equipo, porque esa era la esencia de nuestro proyecto.
El problema es que el tipo no baila, el canta, que hacíamos con este chico rebelde, como sabia de computación, le dije si se podía ocupar del facebook. No tuvo ningún problema, armo el grupo Carnabailando en facebook, que ya tiene más de 600 miembros, en algún momento va a bailar…
Además en esa jornada presentamos nuestra primer coreografía de reggaetón, sentí mucha alegría ya que era la primera vez que presentaba algo para el público, si bien estaba acostumbrado a bailar con mucha gente (en los espacios donde he participado) pero nunca armar algo para mostrar a los demás.
Enseguida, después de un corto descanso, nos pusimos a armar otra coreo, sin saber muy bien para que, porque no sabíamos muy bien como seguir. Sabíamos que íbamos a seguir bailando juntos pero no sabíamos mucho más. La gente había quedado conforme querían seguir participando de jornadas pero no habíamos logrado que alguien mas se sumara para el baile, (aun no lo hemos logrado).
En cuanto a la coreo, nos metimos con el folklore, las chicas la tienen re clara. Mientras tanto, empecé a comunicarme, vía internet, con una amiga, María José Vexenat, discípula de María Fux, para armar otra jornada. Apareció un nuevo  inconveniente: estaban pintando el gimnasio de la escuela Normal, donde teníamos intención de volver. Donde íbamos? Pequeño problema… a mi se me ocurrió Chique, por el piso, porque para poder bailar es necesario un buen piso de madera. A través de una amiga, Adriana Lavie, contactamos con Gerardo Corro, quien nos presto el lugar para el último fin de semana de Agosto. Esta segunda jornada fue de Danzaterapia a cargo de la Profesora Vexenat con la asistencia de Sofía Spacapan, estudiante de danzaterapia en Bs As, cuya familia es de junin.
Por suerte fue un nuevo éxito.  Fue muy emocionante por la relación que tengo con María José, hace años que quería que viniera y ella también quería venir, hace cinco años estuvimos a punto de lograrlo, pero murió mi viejo y se fue todo al demonio. Seguimos siempre en contacto y finalmente pudimos lograr hacer danzaterapia en Junin.
La gente respondió nuevamente a nuestra convocatoria, la coreo salió perfecta, asistieron personas que ya habían estado en la jornada anterior y otras nuevas.
En septiembre empezamos a armar un baile que fusiona tango y rock, algo nuevo, diferente, queríamos terminar  el año con todo. Como nuevo proyecto nos pusimos en contacto con el grupo Pulsiones de Bahía Blanca, grupo de danza inclusiva con amplia trayectoria que incluye personas con y sin discapacidad física (dicho grupo tiene como padrino artístico al reconocido bailarín Maximiliano Guerra). Pero solos no pudimos. Habíamos conseguido algunas cosas, entre ellas el Colegio de Abogados para llevar acabo el evento, pero el proyecto era muy ambicioso por la cantidad de bailarines que había que movilizar desde Bahía Blanca. Teníamos una fecha, 20 de noviembre, a medida que pasaba el tiempo so nos acercaba y faltaban cosas, nos pusimos en contacto con Gustavo Traverso, coordinador del Ministerio de Desarrollo Social de Junin, hablamos con el, se mostro muy entusiasmado con la idea y acepto ayudarnos conectándonos enseguida con la encargada del Centro de Referencia de junin del  Ministerio  de Desarrollo Social de la Nacion, otra vieja compañera de la facultad, Carolina Lablunda,  pero los tiempos  no nos dieron, tuvimos que postergarlo. Pero no íbamos a terminar el año sin bailar, en Diciembre, pedimos nuevamente el gimnasio de la Escuela Normal e hicimos la presentación de la coreo de tango, Giuliano interpreto unos temas y también lo hizo Adriana Lavie, con la que armamos improvisadamente una coreo del tema “Balada para un loco” (no entiendo porque me dedico esa canción…)
A principio de febrero volvimos a contactarnos, la gente del ministerio y nosotros, para poder realizar el evento, que finalmente se realizara el sábado 25 de junio.
La idea de estas charlas es  poder transmitir, como cada uno de nosotros desde  nuestro lugar, yo desde la danza, estamos luchando por la integración. Hay mucho trabajo por delante, si bien vamos dando algunos pasos, queda mucho camino por recorrer; esta charla ha sido otro paso mas.
Les agradezco mucho el haberme escuchado, espero que les haya gustado y que sigan acompañándonos en este camino. 

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