jueves, 17 de noviembre de 2011

Lautaro

Lautaro, nombre importante el tuyo. Después que naciste nos enteramos que los españoles cuando capturaron a Lautaro como para acristianarlo antes de matarlo (hacían eso) le pusieron un apellido bien español: Alonso. Así que mira de donde viene la rebeldía o las ganas de pelear, de cambiar las cosas, a tu modo tranquilo, callado… muy callado; siempre o casi siempre nos enteramos por los diarios las cosas que te pasan a vos, ejemplos: novias o cambios de carrera y mira que tuvimos tiempo para hablarlo… que te pario! No importa así te quiero. A propósito, tenes buen gusto pendejo.



Creo que con vos y con Clara, porque a Pedro lo agarre tarde, hice un buen trabajo educativo. Por ejemplo, les enseñe a escuchar a Dolina, dormían con la radio puesta porque yo lo escuchaba. Les enseñe el humor negro, quedaron espantados un par de días (perdón, no me di cuenta que eran muy chiquitos).
Fuiste creciendo y empezaste a acompañarnos en algunos viajes (que despelote Bariloche! Pero te la bancaste). Después paso mucho tiempo, un día te pedí, a vos y a Clara, que me acompañen a Montevideo… ahí lo pasamos bien a pesar del agua. Y ahora me llevaron a Europa, porque si ustedes no me empujaban yo no iba a ningún lado… también tuvimos quilombo pero sabes qué? Que nos quiten lo bailado!!!

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