lunes, 7 de noviembre de 2011

PEDRO

Hace dieciséis años nos conocemos y es un placer desde el primer día, a pesar de tu cabeza dura o tal vez por eso. Tengo tanto que agradecerte. Me acuerdo un verano en Mar del Plata cuando te peleaste con dos pelotudos que se reían de mí. Me acuerdo cuando le dijiste a la abuela “ahora te voy a acompañar yo a Mar del Plata” el día que murió el abuelo. O ahora, como te bancaste con tus hermanos todos los quilombos que tuvimos en Europa, y cómo se bancaron entre ustedes. También recuerdo (yo me acuerdo de todo) que siempre fuiste un ganador con las mujeres, te acordás, por ejemplo, el corazón de chocolate que regalaste en un viaje? (no voy a decir ni adonde, ni a quien, vos sabes). Donde pasa Pedro, queda el tendal. Como tu nombre lo indica sos una piedra, en el sentido de la piedra en la que nos apoyamos… o una piedra en el zapato, que a veces viene bien, a veces.

3 comentarios:

  1. Faltan un par de horitas Pablo para que hagan 16 años, yo también tengo que agradecerte mucho, en especial por bancarme y enseñarme tanto que no creo que hubiese podido aprender de otra persona, nadie me lo habría hecho mirar como vos. Creo que soy más una piedra en el zapato que otra cosa, jajaja. Y si me acuerdo, pero preferiría no acordarme jajajajaja, me mataste con esa. El placer de haber pasado 15 años y muchos días con vos es mio. Te quiero tío. Y que feo esto de no contarme que tenias un blog, ahora te lo chusmeo. Pedro

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  2. Releo tu blog cuando estoy nostalgioso y me pone más nostalgioso. Hoy me pianto un lagrimón. Te veo el fin de semana.

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