lunes, 19 de marzo de 2012

Barcelona

Como empezar, creo que voy a obviar las tres primeras horas que pasamos en el aeropuerto. Iberia merece un capitulo aparte. Cuando logramos salir, ahí estaba Antonio esperando. ¿Que quien es Antonio? Tengo que volver atrás. Hace un par de años conocí por facebook a Silvina Peirano, y me dieron muchas ganas… de ir a Barcelona. En realidad, siempre había tenido ganas de ir a Barcelona, me crie escuchando Serrat, así que siempre tuve esa cuenta pendiente. Cuando el año pasado tuve la oportunidad de viajar no la pensé: el destino era Barcelona. Todo lo otro fue un agregado. El tema era con quien iba, solo no podía. Mis tres sobrinos mayores (Clara de 22, Lautaro de 20 y Pedro de 15) fueron una buena alternativa. Hable con Silvina para que vaya preparando algunas cosas, que no salieron todas, pero bueno. Una de las cosas que le pedí fue un taxista para que nos fuera a buscar al aeropuerto, ese es Antonio. Como buen taxista nos conto toda la historia de la ciudad en dos horas, porque la ciudad era un quilombo parecido a Buenos Aires, pero empecé a notar diferencias que para mi eran muy importantes. En cada esquina había una rampa (en las cuatro esquinas!!!) en todos los barrios. Nosotros íbamos al centro, a la ciudad vieja, cerca de la Catedral vieja. Cómo hago para describir Barcelona, es difícil. Tenemos edificios muy antiguos, edificios modernos y edificios de Gaudí, que son una categoría aparte. Barcelona también es Picasso, Dalí o el Barza. En una casa venden empanadas criollas, al lado venden comida coreana y a veinte metros comida árabe, el mundo en una ciudad. Pero volvamos a las rampas. No se conformaron con eso, cada colectivo de la ciudad tiene una rampa y espacios para dos sillas. Todos los colectivos… me entienden? TODOS. El tranvía también esta adaptado y las playas tienen unos caminos anchos que van hasta el mar, pero hasta el agua, hasta la ola y hay sillas anfibias y gente contratada por la ciudad que se encargan de llevarte con la silla al agua. Todo esto en la playa pública, o sea no hay que pagar, por lo menos hasta el año pasado no había que pagar nada, ahora no se. Gaudi le dio a la ciudad un puñado de monumentos artísticos, porque no son casas o catedrales son otra cosa, arte.
Sabina dice que los catalanes inventaron el amor para no tener que pagar por sexo. No se si será verdad pero por las dudas gracias por el amor y por Barcelona.


2 comentarios:

  1. Pablo: BCN no nos fue muy grata, o Iberia, o...Reinventemos el amor en Buenos Aires, o donde nos lo propongamos. porque habrá revancha para la foto, el abrazo verdadero, la charla íntima y la amistad cultivada con la presencia real y no virtual: que ya es hora!!!!!
    Un beso querido amigo!
    Silvina

    ResponderEliminar