lunes, 17 de diciembre de 2012

El acomodador

A veces fantaseo con el infierno y lo veo a él. En Junín llego a haber cuatro cines, hoy hay uno que es la cuarta parte de uno de aquellos. Yo iba a todos, pero cuando quería ir al Italiano sabia que iba a haber quilombo. No era un problema del cine, era él, el acomodador. Obviamente yo iba con la silla de ruedas que en esa época era mucho más chica porque yo era mucho más chico. Había espacio, la gente podía pasar tranquilamente, pero este hombre tenía la obsesión de que el “carrito” molestaba, "el carrito había que dejarlo afuera". Obviamente nunca le dimos bola es mas, íbamos a propósito, aunque no nos gustara la película, solo para molestarlo. Ahí andará, acomodando los carritos allá en el horno.

2 comentarios:

  1. cuando nos gustaba la película del italiano ya sabíamos que había que pelear. Ibamos, discutíamos con él, hasta que le decíamos: "siempre entramos". Para los que se preguntan por qué pelear es nuestro estado natural, les vamos dejando pistas ...

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