lunes, 25 de marzo de 2013

Ese maldito ojo

Hace aproximadamente dos años, no quiero discutir la fecha, lo vi. Era un ojo, simplemente eso. Un ojo de mujer. Empezamos a hablar, a discutir, porque somos cabrones ¡los dos, ella también! Pero la descubrí: una mina inteligente, hermosa y bueno, entré como un caballo. Empecé a pedirle que venga y empezó a decirme que no. Tal vez tenía razón, no era el momento. Pasó el tiempo, pasaron otras cosas, otra gente, pero ese ojo siempre estuvo ahí, era como el ojo de Sauron… hasta que el ojo tuvo cara y ahí me di cuenta: era ella, no podía ser otra. Hace dos meses, más o menos (insisto, no quiero discutir la fecha) le di un susto, me podría haber salido mal, muy mal, pero salió bien. El ojo tuvo cuerpo y estuvo conmigo, fue mágico, maravilloso. Y vamos por más…

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