miércoles, 11 de marzo de 2015

Nueve años después

El domingo 15 se cumplen nueve años de la muerte de mi viejo. La verdad lo extraño, extraño conversar con él de las cosas, discutir. Era bastante cabrón, así que ahora saben de dónde vienen mis cabronadas. Me acuerdo cuando a Mario se le ocurrió romper el salón Rojo del Concejo Deliberante. Mi viejo se convirtió en un forúnculo en los testículos de Mario, salió a hablar por todas las radios, sacó nota en todos los diarios. El salón Rojo está ahí enterito. Honestamente no sé dónde estaría hoy parado mi viejo. Pero puedo imaginar algunas cosas, por ejemplo, estaría orgulloso de la vuelta del ferrocarril, él fue ferroviario. Jamás votaría a Macri o a Massa, por más que el Partido Radical lo mandase. Estaría feliz con YPF, con Aerolíneas, con la jubilación estatal, entre otras cosas. Igual yo extraño a mi viejo más allá de todo esto.

1 comentario:

  1. Yo creo que mi padre estaria igual y tampoco lo hubiera votado a Macri aunque lo mandara el radicalismo. Yo tambien extranio hablar con mi padre.

    ResponderEliminar