Hay lugares que no están tan lejos pero que según quién lo
mire puede parecer la loma del orto….
Parar nosotros en la Pampa, acostumbrados a las distancias,
nada nos parece tan lejos. En cambio, para un porteño es una locura viajar 300
kilómetros y volver en el día, ni hablar de un europeo. Lo que pasa es que la
cabeza de un porteño es cuadriculada, la distancia la mide en cuadras; un
pampeano o un patagónico la distancia la mide en kilómetros, a veces en miles
de kilómetros.
Hay otras formas de medir las distancias. No es lo mismo
viajar por placer que viajar por laburo. No es lo mismo ir a ver a amor que a un médico. Lo que digo es que la
distancia es relativa, depende de quién la mira.
0 comentarios:
Publicar un comentario