El Pepe

Es el segundo Pepe. El primero fue Artigas. Este de ahora se va como llegó, en su escarabajo celeste, feo y viejo…como él, con todo cariño. Se vuelve a su quinta, de la que nunca se fue. Se ocupará de su perra Manuela, de tres patas, de su esposa, a la que tampoco cambió nunca (ella podría haberse postulado y hubiera ganado mucho más fácil, pero bue!). Es el Pepe al que todo el mundo ama en la Argentina, “todo el mundo”, de derecha a izquierda. Tal vez porque tiene cara de abuelito bueno, pero no es un abuelito bueno, es un poco más que eso. Muchos de los que lo aman acá, allá serían colorados, ni siquiera blancos. Lo usaron para comparar, supuestamente, la austeridad de Pepe con la “ostentación” de los de acá. Yo les pregunto si hubieran bancado por ejemplo la ley de aborto, la despenalización de la marihuana, los impuestos al campo, que tampoco pudo poner. Pepe es un paquete que viene con escarabajo, con marihuana, con Manuela, con el aborto, con poca plata, con impuestos a los ricos, es un todo. Y para colmo fue tupamaro. Vuelvo a preguntar si lo hubieran bancado…no creo.